Este no. El que viene tampoco. Pero quizás al año siguiente la consigna del título de este post ya no suene tan alocada. Es cierto que los ereaders actuales, en blanco y negro, no ayudan a que un chico se tiente con un libro en formato digital. Pero, como ya contamos, en las tablets (iPad y Android) ya hay varias propuestas bastante interesantes de libros digitales para niños. Miren la demo de este libro para tabletas:
Como todo pionero, emula a su antecesor, en este caso los entrañables libros Pop out, en el que los personajes se activaban con tiras que movía el lector.
Las posibilidades de interactividad abren todo un mundo nuevo, que puede ir más allá de la mera interacción con las imágenes. En el futuro, me gustaría ver libros infantiles que tengan algunas de estas ideas (tal vez algunas ya existan y yo no me enteré):
– Elige tu propia aventura: el formato ideal para este estilo narrativo, con muchas más bifurcaciones.
– Libro videojuego: combinar las posibilidades narrativas con las habilidades de los chicos para los videogames. El personaje tiene que resolver distintas pruebas para pasar al capítulo siguiente.
– Versión libro: lo contrario del anterior. Si de películas y programas se hacen videojuegos. ¿Por qué no hacer ebooks a partir de las historias que se insinuan en los jueguitos para consolas?
– Ebook personalizado: el lector como protagonista. Aprovechando las posibilidades del formato, que el protagonista se llame como el lector, pero también, subiendo la apuesta y gracias a la webcam, que tenga la cara del lector.
– Ebook social: me imagino un libro incompleto y los lectores lo terminan y lo suben a una red, donde entre toda la comunidad de lectores eligen. Una suerte de fan fiction infantil.
– Narrador verdaderamente omnisciente: gracias a la cámara y al sensor de movimiento de las tablets, el autor puede hacerle hacer cosas al lector y reaccionar en base a cómo haga lo que le pide. De este modo, el lector puede ser un protagonista más de la narración escondiéndose, haciendo morisquetas, poniéndose la tableta en la cabeza o mareando al malo de la historia. Así, quien cuenta la historia no solo sabe lo que pasa adentro del cuento, sino también afuera del marco del libro.
¿Regalarían ebooks? ¿Qué otras ideas les gustaría ver implementadas en ebooks para niños?