La tapa de The New Yorker suele ser una pequeña obra de arte, por lo linda y porque siempre dice algo más allá de la mera descripción acerca del contenido de la revista. En este caso, compartimos la tapa de la última edición que dibujó Dan Clowes, se trata de una librería.
Pero tomen nota. Entra un señor mayor, canoso, seguramente buscando libros de papel. La empleada le indica dónde están los pocos libros de papel que quedan, en un estante, medio escondidos. El resto de la librería está ocupado por eBook readers de diversos tamaños y características y por merchandising. Hay remeras, tazas, cuadros, gorras y calendarios con las caras de escritores célebres. ¿Serán así las librerías del futuro?
Fuente: eBookNewser