Todos los días recibimos muchas consultas. Respondemos las que podemos dentro de lo que nos permite el tiempo. Por suerte son muchas las que llegan y muchos los amigos que nos leen. Entre esas consultas un gran porcentaje se refieren al proceso de convertir archivos PDF a eBook (concretamente a formato ePub o mobi).
A propósito, en esta ocasión quiero poner algo en negro sobre blanco (o en negro sobre amarillo) algo que la gente lleva en pancartas por las calles, para que no quede ningún lugar a dudas: un archivo PDF no es un ebook. Sí se pueden convertir mediante Calibre a otros formatos como ya lo hemos comentado en muchas oportunidadades (acá y acá), pero aunque es técnicamente posible, tengan por seguro que nunca queda bien. No importa qué herramienta usen, nunca queda bien. Quiero ser categórico en esta afirmación para ahorrarles tiempo y disgustos.
Tenemos en claro que de internet se puede descargar un volumen importantísimo de libros en formato PDF que para conseguir en otro formato habría que pagar. También tenemos en claro que descargar con un clic cientos de libros es tentador, pero la experiencia va a ser frustrante. Como nos comentó Kovid Goyal, creador de Calibre, cuando se lo preguntamos, el PDF tiene infranqueables dificultades para ser convertido en forma automática. Así lo decía él:
¿Qué pensás sobre el PDF? ¿Por qué es tan difícil de convertir correctamente a un formato más amigable para los dispositivos? ¿Por qué te parece que es tan popular?
El PDF es un formato de diseño fijo. Consiste literalmente en una serie de instrucciones como mover a tal posición (en los ejes x o y) en la página, dibujar el carácter número 43 de la tipografía tal, mover a la posición (x2, y2) en la página y dibujar el carácter cual y así.
Convertir este tipo de cosas en un texto “líquido”, que es una serie de instrucciones como “comenzar párrafo: párrafo contiene el texto “texto cualquiera”, no es algo sencillo.
Por eso y para que su experiencia de lectura sea feliz, deben saber que el PDF nunca se adapta correctamente a la pantalla del dispositivo de lectura. Que está bien para leer un artículo breve o un informe, pero de ninguna manera una novela, ensayo o texto de gran extensión. Ojalá les haya ahorrado un rato largo de tiempo convirtiendo archivos que podrían haber disfrutado leyendo.