Esta es una historia graciosa pero al mismo tiempo preocupante. Resulta que un señor llamado Philip Howard estaba leyendo La guerra y la paz, la monumental obra del escritor ruso León Tolstoi. Monumental en todo sentido, por lo simbólica y por lo voluminosa. Este buen hombre la estaba leyendo con no poco esfuerzo, porque es un libro pesado y molesto de manejar.
En el medio de la lectura, le regalaron un Nook, el dispositivo electrónico de lectura de la librería Barnes & Noble bien conocido por todos nosotros. Se dio cuenta de que la lectura era mucho más placentera con el aparato por lo liviano y funcional.
Estaba en medio de la lectura cuando se encontró con la curiosa oración
It was as if a light had been Nookd in a carved and painted lantern….
Esa palabrita “nookd” le sonó rara, pero sin embargo decidió seguir con la lectura. A las pocas páginas la encontró nuevamente y más adelante, una vez más. Esto le hizo sonar una alarma y lo llevó a consultar la versión que originalmente estaba leyendo, en papel. Ahí encontró que la frase original era:
It was as if a light had been kindled in a carved and painted lantern….
Resulta que alguien de Barnes & Noble cambió cada aparición de la palabrita “kindled” que traducida significaría algo así como “encendido” por la palabrita “nookd” que (“nook” es una esquina de una habitación o un rincón oscuro). Obviamente, la primera palabra “kindled” parece hacer referencia al dispositivo de lectura de Amazon. Philip se pregunta si algún cráneo habrá sido capaz de cambiar cada aparición de “kindled” por “nookd”. Yo personalmente me inclino a pensar que habrá sido un proceso automatizado.
Entre los comentarios del blog que cuenta la anécdota sugieren que pudo haber sido un error del proveedor de Barnes & Noble que habrá creado primero una versión para Kindle y después habrá cambiado la palabrita automáticamente para publicar en Nook sin notar que estaba usada legítimamente en la traducción del texto. De cualquier manera es un papelón sin atenuantes y una evidencia fuerte de los peligros que tienen ciertas potestades comerciales sobre los objetos culturales.