Recomiendo especialmente un extensísimo post de blog El cieguito referido a la problemática de la digitalización de contenidos y su puesta a disposición del público. Entre los temas que abarca la nota está uno que tocamos recientemente que es el problema del acceso público a la información y cómo las bibliotecas y el estado no siempre se encargan de facilitar el acceso sino de complicarlo. Como bien dicen en El cieguito: la única información que sirve y que perdurará es la que está en circulación, no la que está encerrada en una biblioteca o en un servidor.
Ese divorcio entre los sistemas diseñados por los bibliotecarios y otros sistemas puede verse en el caso de las bibliotecas “piratas”. No es sólo que bookos.org tiene más visitas que cualquier sistema bibliotecario porque tenga archivos digitales a libre disponibilidad, sino también porque su sistema de búsqueda es mucho más fiel que los sistemas de búsqueda que suelen implementar los repositorios institucionales o los catálogos en general. Por caso, lo mismo pasa con Cuevana, con el agregado de que al hacerlo funcionar como una red social, se fideliza al usuario. Esta idea no es completamente mía; es algo que ha surgido de diferentes conversaciones con Derecho a Leer; seguro que él la expresaría mejor que yo, pero es lo que hay.