¡Me opongo! Me opongo fervientemente al post de Matias F. en el que dice que es una buena idea pensar en cuántos libros has leído este último año y en base a eso tomar la decisión de comprar un lector de eBooks (en realidad dijo otra cosa, pero el escándalo siempre es bueno para el rating).
El último año no leí ningún libro. Para mi cumpleaños me regalaron, cargosamente, el de Jacobo Winograd. No lo leí (Julián, si me estás leyendo, te la debo). El año anterior tampoco leí ninguno, y el anterior… seguro que ese año sí empecé un par y los dejé por la mitad. O medio par. Y en realidad fue un poco antes de la mitad.
En cambio soy un tipo que lee muchos artículos, principalmente porque me interesan los temas técnicos, aunque asumo que detrás de esa “elección” de lecturas cortas se esconde, también, una neurosis de ansiedad. Yo no puedo agarrar un libro y no mirar qué viene después, no puedo querer saltear párrafos para “terminarlo”. Supongo entonces que aparte de gustarme e interesarme los artículos que leo, que por lo general son de pocas páginas, no me provocan tanta ansiedad y los puedo finalizar.
¿Qué cambió ahora ? El Kindle como primera medida me sirve de soporte. Utilizo -muchísimo- el plugin de Chrome que alguna vez mencionó @diegorottman y me envío lo que me interesa directo desde el navegador al reader, para luego leerlo en mi viaje en subte. 20 minutos de ida, 20 minutos de vuelta. Eso leo. En mi Kindle. Donde todos compran libros, yo llevo y traigo mis artículos.
¡Soy el que no necesitaba un lector de eBooks, pero todos los días lo uso! Aparte todos los días lo recomiendo a otros.
Es notable que la experiencia del lector de libros electrónicos me haya terminado cambiando: hasta me compré una revista literaria. En mi vida había leído una, no sé el nombre de ninguna, no sé nada de literatura. ¿Por qué me compre una? De curioso, porque estaba solamente 2 dólares y como dejé de fumar ahora me los puedo gastar en otro tipo de cosas. De ansioso, porque alguien twitteó sobre eso, fui y la compré.
¡En el Kindle se me resuelven los problemas de ansiedad! No sé cuánto pesa el libro, no sé cuantas páginas faltan, no puedo ir rápido hacia adelante y “hojear” de manera rápida como lo haría en papel. Leí media Orsai en dos noches, vi que fueron como 100 páginas. Inaudito en mi. Me entra en una mano, entonces no adopto posiciones incómodas en la cama. Compré ya el segundo número de la revista (sí, de ansioso, pero esto vale porque es algo nuevo).
Mi postura es evangelizadora, yo se lo recomiendo a los que leen poco y quieren leer más. A los que se ponen excusas para no leer, bueno, acá tienen una para leer y es muy buena. Yo era uno de esos. ¡Aleluya hermano!
Y los que dicen que quieren el libro en papel, porque quieren “sentir” el libro… eso lo dejamos para el próximo gabinete psicológico, porque tengo cosas para decirles a ellos también.