Lecturas recomendadas sobre libros electrónicos
Los Derechos de los Lectores de Libros Digitales (Alt1040)
Los ebooks no fueron hechos para ser escondidos como la ciudad perdida de la Atlántida, enterrados como los tesoros del conde de Montecristo o para ser guardados en bóvedas secretas y no ser vistos nunca más. Aún así, pareciera que hay gente que no lo entiende. Nuestra Era de la Información ofrece muchos retos para todos aquellos relacionados con los libros digitales, incluídos los lectores, los autores y los editores.
Un libro electrónico no es un libro (Ñ)
Tras leer el contrato que viene adjunto con un Kindle, este cronista ha llegado a una obvia pero desconsoladora conclusión. Los libros electrónicos sustraen del Libro lo que debería ser su condición básica y más excelente: la soledad, la privacidad y la libertad de pensar y actuar sobre un texto.
La ley de la calle (El País)
La protagonista del actual boom de lectura en Estados Unidos se llama Amanda Hocking, una chica de 26 años que está vendiendo al mes unos 100.000 libros. Amanda era una trabajadora asistencial que dedicaba su tiempo libre a escribir (unas 17 novelas) hasta que decidió autoeditarlas en Kindle. Como Amazon se queda con el 30% de los tres dólares que cuesta cada una, la chica ingresa unos 200.000 dólares al mes, sin que ninguna editorial haya apostado por ella, no ya promocionándola, sino ni siquiera imprimiendo sus obras.
Un reportaje de ProPublica triunfa en el Kindle Singles (233grados)
La organización periodística sin ánimo de lucro ProPublica se lanzó recientemente a experimentar con los Kindle Singles, un nuevo sistema de Amazon para vender relatos cortos a bajo precio para sus libros electrónicos. La pieza de ProPública ha vendido más de 1.900 copias en dos semanas.
DODOcase protege tu tablet/ebook convirtiéndolo en un libro de tapa dura (Gizmodo)
Seguridad, elegancia, distinción, discreción, protección… cuántas cosas con un solo objeto. Pero es que DODOcase permite alojar en el interior de lo que aparentemente es un libro de tapa dura de hechuras clásicas uno de tus más preciados dispositivos. Tablet o ebook estarán a buen recaudo en su interior y además no atraerán tanto las miradas cuando lo lleves en la mano y pasees por la calle con aire intelectual y bohemio. Y aún hay más.