Uno de los problemas de tener un eBook en América Latina no es sólo que los dispositivos son difíciles de hallar y los modelos son escasos -algo que confiamos que pueda cambiar pronto- sino que los accesorios son pocos y muy costosos. La opción de comprar vía Internet y que llegue a nuestra casa por correo no siempre es cómoda y la Aduana nos puede jugar una mala pasada (en el mejor de los casos, esperar horas en el local de Retiro).
Es en estas condiciones cuando el ingenio aflora. Nuestro amigo @runixo, por ejemplo, decidió armar él mismo una funda para su Nook con un viejo libro. El proceso es sencillo pero tiene sus secretos. La idea es tomar un viejo libro que no nos preocupe perder pero que sea bonito en su portada, colar sus páginas y luego con un cutter quitar un rectángulo del tamaño de nuestro lector electrónico.
En el caso de @runixo, un Nook que ahora lee cómodamente en el subte porteño así:
Muy canchero!